domingo, 22 de diciembre de 2013

Aristeo y la abeja.

- Pequeños detalles sin importancia, son los que hacen grandes a los héroes. – Dijo Quirón a su aprendiz.

- Maestro ¿cómo puede hacerme grande, no espachurrar esta diminuta abejita? – Preguntó el joven Aristeo.

- Muy fácil, si le perdonas la vida a esa pequeñina te devolverá el favor cuando más lo necesites. - Sentenció el sabio Centauro.

Aristeo no lo comprendió del todo, pero no la mató. Y al cabo de unos años hizo honor a su nombre, el guardián de las abejas, pues aquella abejita le mostró los secretos de la apicultura.


© M. D. Álvarez

miércoles, 18 de diciembre de 2013

El zorro y la araña.

- Quizás mañana o pasado, pero ten por seguro que te atraparé. Dijo el zorro, lanzándole una zapatilla.

- Ja ja ja has fallado. - Se rió la araña.

- No te rías que ahí va otra. - Dijo el zorro mientras apuntaba cuidadosamente.

-¡Uyyyy por poco! -Dijo burlona la araña. – Lo dicho, quizás mañana tengas más suerte. –Murmuró mientras se  alejaba por la puerta del jardín.


© M. D. Álvarez

jueves, 12 de diciembre de 2013

¿Con conciencia, o sin ella?

Su conciencia no podría soportarlo y por mucho que lo intentaba ahí estaba ella cuál Pepito Grillo, diciéndole: ¡No lo hagas!

Pero el bol lleno de ositos de gominola, seguía llamándole, al igual que su conciencia que seguía erre que erre.

Estaba comenzando a mosquearse con ella y recurrió al personaje de color rojo, con cuernos y cola, que le dijo:

¡Adelante, que no pasa nada! - Mientras empujaba a su conciencia que se retiraba vencida.

M. D. Alvarez.