miércoles, 5 de marzo de 2014

Amor verdadero.

Tanto visitante inesperado lo había alterado hasta tal extremo que no reconocía ni a sus hijos. Así que lo dejaron descansar para que se calmara y pudiera reconocer a su querida Juani.

Pero él ya sabía quien era su Juani. La amaba desde que la conoció siendo niños.  Sólo quería estar con ella y que todo lo demás desapareciese. Junto a ella no había dolor, había alegría. Era su rayo de luz que le guía por el buen camino. Sin su presencia todo sería caos y destrucción.


©M. D. Álvarez

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